Caldo de conejo (hasta la negrura, siempre)
¿Quiere un caldo chido? consiga huesos avícolas, piscícolas, porcícolas, vaquícolas o del -colas de su preferencia y hiérvalos con verdura varia. ¿Quiere un caldo aún más chido? consiga huesos y llévelos a la negrura antes de meterlos al jacuzzi. Con este sencillo protocolo, lotro día transformé una messengereada con uno de mis ñom pals más favoritos – Carlos, Monsieur Banneton para los cuates– en caldo de conejo. Aquí la historia.

Sandwiches cerdos
Un sábado glorioso, a la hora de juntar nuestros manjares, aparecieron los sándwiches cerdos. Salieron de la mochila de Jorge, cortesía de su señora madre –para que compartas con tus amigos, mijo–. Ese día no hubo intentos de diálogo con las muchachas. Toda nuestra atención estaba puesta en esos paquetes panosos de sabrosura. Las distintas capas de tocino, chorizo y jamón. La textura de la cebolla y el jitomate, untuosos tras la convivencia con la grasa animal. La pastosidad unificadora del frijol refrito.

Hamburguesas al hinojo: diálogos conmigo misma
¡Hamburguesas! Picamos cebolla y ajo, los salteamos, añadimos la mezcla a medio kilo de carne molida y lo manoseamos muy bien. Luego le vaciamos encima toda la yerbita del hinojo, sal, pimienta, semilla de hinojo molida y manoseamos un poco más. Hacemos esferas cárnicas, las aplanamos, las cocinamos en el sartén con una mezcla de oliva y mantequilla.

Cómo hacer pan sin horno: panplano de comino y miel
"Esta semana no voy a comprar pan", me dije. "Tengo un costal de harina y levadura, debería ser autosuficiente en mi ingesta de carbohidratos", me añadí.
Pero ninguno de mis hornos funciona –el de gas tose sus flamas en lugar de encender con elegancia, el eléctrico tiene un corto–. "No importa", me instruí. "Google a mí: flatbread".
Le piquenique en Gasworks Park
En este picnic patrocinado por el astro rey participan uno, dos, tres, cuatro, cinco manjares hechos en casa. Seis si cuentas la fruta. Siete si cuentas la chica. Salimos envueltos en bellos aparejos: servilleta a cuadros para las viandas, como dictan los cánones del picnic; mezclilla y camiseta ligera para la chica, como dictan los cánones del paseo primaveral.